Comentario
El protestantismo no es una religión ni una doctrina única, sino un conjunto de iglesias que provienen de la Reforma del siglo XVI. Puesto que se trata de un conjunto bastante heterogéneo y con grandes diferencias doctrinales, sacramentales y de estructura eclesiástica, existen también muchas asociaciones de iglesias, no habiendo entre algunas de ellas ninguna comunicación ni reconocimiento. Así, no hay una iglesia luterana, sino una Confederación mundial de iglesias luteranas, que fue fundada en 1947 y a la que no pertenecen todas ellas.
Para el protestantismo, además de no reconocer el papel del Papa de Roma, se rechaza a todo mediador posible entre Dios y el ser humano, pues nadie, ni siquiera un sacerdote, puede ejercer un monopolio sobre la fe. Así, entre el pastor y los laicos las diferencias son de función, y no de esencia, pudiendo cualquiera con la formación adecuada desempeñar el mismo papel. El pastor protestante es nombrado por la iglesia local y no por una jerarquía, existiendo iglesias en las que no hay sacerdote o pastor. Además, la dirección eclesiástica es ejercida de un modo más colegial que jerárquico, si bien alguna Iglesias aceptan alguna forma de episcopado. La autoridad del obispo es funcional y ejercida entre iguales. Por último, al no existir una máxima autoridad infalible, como el Papa de Roma en la Iglesia católica, se favorece la pluralidad de doctrinas e interpretaciones.